lunes, 12 de diciembre de 2011

Carta de Navidad al Alcalde



Marchena a 12 de Diciembre de 2011


Sr. Alcalde:


La actual corporación pasará a la historia por ser la que menos luces ha tenido en toda la democracia, y lo digo en el sentido cuantitativo. No hubo luces en la portada de la feria y no hay luces adornando las calles de nuestro pueblo.


Si hablamos de Navidad, estamos hablando de niñez y estaremos de acuerdo que todos hemos sido niños alguna vez. Así que en nuestra memoria han quedado grabadas las imágenes de luces y caramelos.
Los cristianos celebramos la Navidad con luz, igual que los druidas, aunque sin saberlo, aunque yo prefiera celebrarlo sabiéndolo, colocando algún ángel y alguna estrella vigía en ese árbol de los celtas, que algunos ponen en su hogar.


Ahora hay polémica con el alumbrado navideño de nuestro pueblo, porque la actual corporación piensa que el alcalde anterior, de otro signo político que el actual, por fe o por vanidad, pusieron demasiadas bombillas para estos tiempos de crisis.


Hasta han llegado a decir que tantas luces son molestas o innecesarias. Pero la luz, que es una metáfora, también es dinero y en consecuencia puestos de trabajo. A ver si El Corte Inglés, sería lo mismo con cuatro farolas ,que toda la luminaria con la que cuenta y atrae al público.


Si en esta época se encienden luces, nos hacemos regalos y gastamos y comemos demasiado, es porque en su origen con esos gestos se pretendía invocar la otra luz, los otros regalos y la otra abundancia de la Naturaleza que ahora parece tan débil, con el sol casi vencido.


Es uno de los principios del cosmos : lo semejante produce lo semejante. Pero hemos olvidado el origen de los ritos, que ya son solo tradición o repetición neurótica. De todas formas, no hacen falta la religión ni la antirreligión para darse cuenta de que sin luz no hay negocio y de que los campanilleros y los arboles con luces encendidas animan al consumo. Sin embargo algunos siguen creyendo que, en el fondo otros han hecho beatería con las bombillas y los villancicos en las calles, y eso les fastidia más de lo que cuentan. Algunos ponían hace tiempo las mismas luces, pero lo hacían por el solsticio de Invierno. Así que el problema es el nombre, la Navidad y no una cosa de eficiencia y ahorro eléctrico.


A mí no me molesta la Navidad, muy al contrario, me gusta. El sentido y la profundidad de estas celebraciones van más allá del cristianismo y del Corte Inglés, y la luz que alumbra al Dios niño de muchos de nosotros, es la misma que nos recuerda nuestra conexión con el universo y los ciclos eternos en los que nos movemos. La Navidad es metarreligiosa le pongan el nombre que le pongan y a mí como a muchos ciudadanos, nos gustan las calles iluminadas, las canciones de Sinatra y los papanoeles con su risa de tres silabas. Pero sobretodo las luces, que en cada invierno parecen decir que todavía queda la esperanza de vencer a la oscuridad.


Sr Alcalde , una Marchena sin luces es una Marchena sin Navidad.


Desde estas líneas, le deseo unas Felices Fiestas y más luces para el 2012.


Atentamente

José López Pérez
Presidente de Asicom

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